La guitarra de Slame tenía las cuerdas peleadas entre sí, quizás se afinaron en una escala oriental. Un bloqueo de principiante hacía imposible afinarla mientras fueramos observados o hubiera ruido, mi guitarra tampoco era buen patrón pues las más finillas parecían quejarse cada vez que las acariciaba. Sabio, como es, el Señor Slame optó por evitar encontrarse con las cuerdas más desagradables durante la actuación. Aún faltaba que el bajo se pusiera vergonzoso y decidiera callarse. Y que a mí se me ocurriera cantar Wonderwall sin necesidad de micrófono, mal idea. Aún así la batería y el bajo estuvieron impecables y cuando hay ritmo la música nunca suena mal.
El miedo a hacer el ridículo se evaporó tras cantar la versión libre de la canción de los enanitos de Blancanieves. Toda una terapia.
Nuestra suerte fueron los compañeros con ganas de fiesta, que vieron con buenos ojos este miniconcierto que me deja con muchas ganas de repetir (con otras canciones) cuanto antes. Una de los Rolling y otra de los Doors?
Como en todo evento que se precie... Lo + del concierto:
Lo + valiente : Los tres novatos con ganas de hacer música
Lo + grave : La voz del Sr. Slame
Lo + agudo : Belieeeeeeeeeeeve !!
Lo + in : La chaqueta de qïp
Lo + out : El traje de Mingorance en plan beatle
Lo + peligroso : la maraña de cables intentando cazar algún pie
Lo + profesional: Paco salvandonos del ridículo al micrófono y a la batería
Lo + inesperado : La gente a dos metros, ¿pero no iban a estar sentados?
Lo + apañado : La gente siguiendo el rollo y hasta se sabían el Tonight!
Lo + cutre : Tener un repertorio de tres canciones y repetir una
Lo + raro : El nombre del grupo, Punset?, pero esto que nombre es?
Lo + ausente : Fran, vuelve!