All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy

sábado, diciembre 22, 2007

http://punset.blogspot.com/

martes, noviembre 28, 2006

Adormilado

Es descarada la forma en que le disminuía el nivel de percepción con el paso de los años. No tenía duda de que de niño sentía más, reía más, lloraba más. Cada vez se ponía menos nervioso. Y esto le preocupaba.

Se dedicó a estudiar si era un proceso propio de su naturaleza humana o si por el contrario las circunstancias promovían esta involución con el paso del tiempo. Su primer estudio se centró en la música. Antes vivía mucho más los discos. Sabía que no era cuestión de inmadurez. Y las circunstancias probablemente tenían que ver. Antes, andaba más de un mes ahorrando para comprarse un CD y cuando juntaba el dinero empezaba todo un ritual que se iniciaba al encerrarse en su cuarto. Lo primero era quitar el plástico, que siempre respetaba hasta entonces, abría la caja y sin tocar el disco sacaba el libreto y lo olía un rato, después lo ojeaba y a veces leía las letras de las canciones. Normalmente apagaba la luz cuando se decidía a escucharlo y no saltaba ni repetía ninguna canción hasta que finalizaba la primera escucha. Durante esos ratos, el cerebro no funcionaba como lo hacía ahora y lo echaba de menos. Pensó que las diabólicas facilidades con las que contaba hoy para escuchar un nuevo disco provocaban esta disfunción sensorial.

En algunos momentos, se quedaba fijamente mirando la estantería de CDs, y veía como alrededor de ella las paredes de la habitación perdían en parte sus ángulos rectos. Lo más interesante era que esto había dejado de importarle. Las relaciones espaciales, lugar y distancia, perdían interés. Veía los discos pero no le interesaba la posición que ocupaban. Igualmente sufría una indiferencia temporal. A veces, parecía entrar en una máquina del tiempo y cuando salía de la habitación no era capaz de hacer un cálculo de la hora aproximada. Lograba percibir en función de intensidad de existencia, de profundidad de significado y de relaciones entre los elementos que abarcaba su campo visual. Veía que unos discos eran más importantes que otros y comprendía sus significados. El espacio seguía estando ahí y podía desenvolverse en él pero no le interesaba.

Todo esto le recordaba a la visión de los niños, libres porque no subordinan el sentido al concepto. Sin duda los objetos eran mucho más bellos que en otros momentos y estaban compuestos por colores mucho más vivos, casi luces de colores. Percibía más tonalidades, se hacía más notable la diferencia entre un rojo y otro rojo. Ahora el color no le sirve, sólo es belleza. Los animales como él no necesitan el color para su supervivencia.

Al final, comprendió que luchaba contra su naturaleza, ésta hace del cerebro un mecanismo de protección. El sistema nervioso actúa como inhibidor de sensaciones por lo que impide que nos sintamos abrumados o confudidos por la realidad que nos rodea. Todo ese conocimiento que flota alrededor es para nosotros inútil en términos de supervivencia, que es la primera finalidad del ser humano (y no la felicidad). Este cerebro que actúa como filtro de percepciones se ocupa únicamente de transmitirnos sensaciones que nos ayudan a sobrevivir y no a comprender el mundo. Concluyó que el culpable de su adormecimiento era su cerebro maduro y que sin cerebro, o con un cerebro alterado, la percepción mejoraría notablemente, el intelecto no variaría y la voluntad se anularía.

Primero consideró suicidarse pero el cerebro que quería dejar de tener era suficientemente maduro como para inducirle un gran sentido de la supervivencia. Finalmente, se decidió por alterarlo consumiendo drogas. De esta manera, amplió considerablemente el filtro Butterworth de su cerebro y provocó los cambios en la percepción y la voluntad.

viernes, octubre 27, 2006

EXPRESS YOURSELF vol. II

Algunos desprecian el tiempo de los demás, desconsiderados que se deleitan escuchando su propia voz, masturbándose con la vibración generada en su propio cráneo, bella caja de resonancia. Usan expresiones que no aportan ni una unidad de información, datos de redundancia, códigos de control. Me gustaría inventar una suerte de winrar físico (con forma de flauta travesera) para, a veces, acercarlo disimuladamente a la boca de algún interlocutor reduciendo así el número total de fonemas de una conversación hasta en un 50%.

Este post pretende complementar aquel otro en el que denunciaba el terrorismo creciente que sufre el lenguaje oral. Como en aquél se pretende educar al lector a través de algunos ejemplos (más o menos afortunados) con la única intención de crear rechazo a estas expresiones. Confío en que ninguno de ellos tenga incorporados estas aberraciones en su lenguaje diario.

No puedo evitar el revisitar mi favorita: "Yo soy una persona que creo que" . Frase comodín que inicia el discurso de cualquier subnormal que piensa cada palabra justo cuando la está diciendo y que, además, necesita recurrir a la introducción más inocua supongo que porque necesita reafirmarse como persona y como con potencial para creer en algo.

"Si se me permite la expresión" : Prima hermana del "entre comillas" con coreografía. En la mitad de los casos la frase que la precede es horrible y es demasiado tarde para no permitirla, en la otra mitad de los casos la osadía llega justo de después y sin la pausa necesaria para interrumpirla (además, no se puede impedir una expresión que aún no se ha escuchado).

La economía de las palabras sufre un terrible varapalo con la llegada de la famosísima "valga la redundancia", para algunos muletilla insertada en cualquier momento aunque la semántica de la frase no lo permita. Especial mención a las desafortunadas mutaciones "valga la rebundancia", muy extendida en los platós televisivos como la peor metástasis, y ese frankenstein de letras: "valga la rebuznancia" acompañado de una sonrisa de 'soy tan gracioso como Alfonso Arús'.

Me reservo para el final dos perlas, en ambos casos el protagonista se siente orgulloso animándose a adornar la frase con un "Nunca mejor dicho". Así, tal cual, sin anestesia, paralelamente se ha realizado un complejísimo estudio en nanosegundos cuyo resultado se ha reportado telepáticamente al sujeto y que le permite afirmar que nadie, nunca, en el lenguaje oral ha utilizado ese término con mayor fortuna o acierto. Para finalizar la ególatra-expresión: "Como digo yo", como paradigma del napoleísmo y encabezamiento con el que darse ínfulas de cualquier estupidez. La autocita como manifestación megalómana, como reivindicación de un hueco en la historia de la humanidad y de otros huecos menos honorables en las consciencias críticas.

Ojalá cobraran por hablar (modalidad prepago, 0,9 céntimos/palabra de 10:00 AM a 02:00 AM y 2,9 céntimos/palabra de 02:00AM a 10:00 AM).

jueves, septiembre 28, 2006

Vademecum

No te mueres si tomas aspirinas con Coca-Cola, es una estupidez como otras tantas que forman parte de nuestra cultura más popular. Quiero decir, morirte te puedes morir, pero con las mismas posibilidades que si te tomaras la aspirina sin Coca-Cola, o aún mas, la Coca-Cola sin aspirina. Está bien, quiero decir morirte en ese momento. Morirte a largo plazo no tiene mérito (eso lo hacen hasta los viejos). Es esto lo que revela el consumo de analgésicos con agua carbonatada: la preocupación (el sufrimiento) es en vano, hermano. Cuando el ácido acetilsalicílico cae en el estómago, uno es capaz de hacer una rápida demostración sin lápiz ni papel: Cuando morimos estamos muy muertos. Antes de nacer, con el permiso de Dios, también estamos muertos. Si Hawking me permite presumir que el tiempo es infinito, este período de vida tiende a cero, o lo que es lo mismo, no existe y yo no me voy a preocupar por algo que pase en un marco que no existe. El consumo de paracetamol (Termalgin)excesivo nos puede llevar al libre albedrío.

Los antibióticos mezclados con Yosport de fresa permiten neutralizar los agentes con los que somos gaseados desde los aires acondicionados. Esta guerra biológica unilateral que nos come la consciencia puede ser contrarrestada con Amoxil 100mg y batido de zumo con leche. Así, la dosis, incluída por gracia del Sistema, en cada vaso servido por las máquinas expendedoras por 45 céntimos (solución 80% Café con 20% Soma) es eliminada con un vaso de tubo de zumo con una cucharadita colmada de estreptomicina ("somamicina", me gusta llamarle). Los efectos no son tan reconfortantes como en el caso anterior. Provocan una aversión a los informativos en dosis pequeñas. El consumo prolongado de estas sustancias antibióticas convierte la indeferencia a la política en una repulsión que incluye vómitos y convulsiones tras una aparición televisiva de estos personajes en el hemicírculo o en cualquier debate.

No soy capaz aún de tomar antibióticos, ya no por los vómitos. Los antibióticos bloquean también las endorfinas inducidas por radiofrecuencia (en banda ciudadana)responsables de consentir con normalidad realidades como trabajar durante todo el día para obtener una ridícula cantidad de dinero que poder dar a una entidad globalizadora que me tiene cogido por los globos hasta dentro de 30 años.

Es quizás, el consumo de relajantes musculares (Tranquilizantes Ansiolíticos) mezclados con alcohol el que provoca las revelaciones más reconfortantes. La administración de un comprimido de Myolastan disuelto en pacharán Zoco, 3 veces al día, nos ayuda a identificar la música con el amor. ¿Me gusta la música de Gwen Stefani o la quiero? ¿Me gusta la música de Nina Persson o la quiero?.¿Se quieren Gwen y Nina?. Un consumo descontrolado de tetrazepam en dosis de 50 mg provoca una particular variante de dislexia (dislexia de la luz) que provoca en el afectado una confusión a la hora de pronunciar estos dos términos (amor y música), de forma que se muestra incapaz de articular estas frases sin alarmar a su oyente: "Siempre te he musicado y siempre te musicaré, Quieres hacer la música conmigo, mientras escuchamos al amor?". Las benzodiazepinas molan.

martes, septiembre 12, 2006

Como no sé que escribir pues dibujo...


viernes, marzo 17, 2006

La Dalia Negra




No creo columpiarme si digo que 'La Dalia Negra' será mi película favorita.

Matemáticamente lo será. La suma de elementos que contiene sumarán más del 80% de la puntuación total de mi por ahora película (más) favorita. Ese umbral del 80% me permite justificar este post con tranquilidad; a pesar de que espere más factores puntuables, los que haya serán suficientes.

La trama sencilla, o mejor dicho la falta de pretensiones de la trama, son 230 puntos, una alta puntuación muy justificada ya que presumo de que no habrá penalizaciones por lagunas argumentales. Además, no quiero negar que me atraen más las historias sencillas que las complejas y es que en esto le doy la razón a los abuelos.

Hilary Swank aporta 193 puntos y Scarlett Johansson 207 más, son grandes aportaciones, muy cercanas a Naomi Watts (208), Nicole Kidman (212), Jack Nicholson (214), Liv Tyler (220), Uma Thurman (221), Keira Knightley (237) o Sean Penn (239).

El cartel me impresiona y aunque no le doy mucha importancia a esto, 43 puntos es una puntuación destacada (Pulp Fiction con 50 marca el valor máximo por un cartel)

Para que negarlo, el hecho de que la firme Brian de Palma supone 350 puntos y da igual que la película sea una mierda. La misma puntuación máxima que alcanza la firma de Polanski.

Cada vez que el personaje protagonista nos engañe y haga diverger la línea argumental por culpa de un sueño supondrá 20 puntos extra. Aunque temo que esta vez no habrá engaños.

Muy del gusto del director: si el personaje principal tiene una salud mental débil son 100 puntos más, si tiene múltiple personalidad son 30 puntos por cada personaje. Si dada su locura, consigue hacerme cómplice participativo de sus asesinatos, 10 puntos por muerto que hagamos.

1 punto por cada objeto punzante que aparezca en pantalla. Y si hay sangre, 2 puntos por cada grado de tonalidad que baje del rojo al naranja. 25 puntos por un crimen que se cometa en un ascensor y 10 puntos por cada persecución en una estación de tren.

Son 15 puntos por cada minuto de plano secuencia, y 30 por cada vuelta de la cámara en una toma circular con el personaje principal como eje, serán 35 en el caso en que el personaje esté sufriendo pánico.

Doy 60 puntos por cada split-screen, es decir, por cada vez que se visualizan dos escenas que ocurren en un mismo instante de tiempo pero en espacios distintos haciendo uso de la pantalla dividida. Si el split-screen finaliza cuando los espacios confluyen y la doble imagen toma sentido como imagen única (haciendo por ejemplo que la barra negra vertical se convierta en un muro), son 150 puntos del tirón por la hemorragia de placer.

Cámara lenta: 1 punto por cada 10 segundos. Si en esta escena se derrama líquido 4 puntos por cuarto de litro sin importar, en este caso, la densidad. Y si hay personajes corriendo, 2 puntos por cada uno. 3 puntos por cada personaje que esté hablando pero no le oiga porque no hay sonido. 20 puntos si se mantiene un silencio que duele en toda la escena.

Una set-piece es una secuencia llena de talento casi con entidad de cortometraje y que yo creo que el director tenía planeada antes de pensar un argumento, y que le ayuda a construir la película en función de ellas. 80 puntos más cada vez que me parezca contemplar una set-piece.

Cada homenaje o secuencia calcada de otra película aportará 40 puntos si la copia es de un autor amado (0 puntos es autor odiado o si no lo pillo, no?).

Por último 14 puntos por cada vez que aparezca un mirón y 11 puntos más si en la siguiente toma se nos sitúa como mirones, viendo con los ojos del 'peeping Tom' (Ver la historia de Lady Godiva).

Si en estos encuadres aparecen marcos de una ventana son 6 puntos más; si vemos sólo una imagen con forma de cerradura, 9 puntos; si vemos dos círculos que forman el campo de visión de unos prismáticos, 13 puntos; en otra casos, 7 puntos más. Y 4 puntos por imágenes de televisión siempre que se vean los bordes del aparato y la imagen sea en blanco y negro.

Y hasta 100 puntos por la banda sonora. Ó 200.


Esto hará rondar una puntuación de 2000 puntos (2043) cuyo 80% son unos 1600 puntos superior en todo caso a:

'El Protegido' 1467 puntos, 'Femme Fatale' 1530 puntos, 'Blade Runner' 1522 puntos, 'Manhattan' 1513 puntos, 'Eyes Wide Shout' 1494 puntos,'La Semilla del Diablo' 1539 puntos, 'La Ventana Indiscreta' 1410 puntos, 'Atrapado por Su Pasado' 1518 puntos, 'Mulholland Drive' 1502 puntos, 'Fascinación' 1541 puntos, 'Gilda' 1537 puntos, 'Olvídate de Mí' 1492 puntos, 'Luna Nueva' 1502 puntos, 'Acordes y Desacuerdos' 1510 puntos, 'Metrópolis' 1460 puntos,'El Amigo Americano' 1500 puntos, 'Memento' 1475 puntos, 'Balas Sobre Broadway'1529 puntos, 'Taxi Driver' 1585 puntos, 'Psicosis' 1547 puntos, 'Los siete Samurais'1503 puntos, '2001 odisea del espacio' 1501 puntos, 'Pulp Fiction' 1585 puntos,'Giro Al Infierno' 1559 puntos, 'Uno de los Nuestros' 1498 puntos, 'Los Intocables'1534 puntos, 'Grupo Salvaje' 1520 puntos, 'El Quimérico Inquilino' 1518 puntos,'El Padrino II' 1539 puntos, 'Vestida Para Matar' 1490 puntos, 'Repulsión' 1530 puntos, 'Bonnie & Clyde' 1450 puntos, 'Camino a La Perdición' 1461 puntos 'Paris, Texas' 1520 puntos, 'Teléfono Rojo...' 1511 puntos, 'Tan Lejos, Tan Cerca' 1502 puntos, 'Ariane' 1542 puntos, 'Belleza Robada' 1501 puntos, 'Con Faldas y a Lo Loco' 1510 puntos, 'La Parada de los Monstruos' 1497 puntos, 'El Maquinista de la General' 1499 puntos, 'El Pianista' 1508 puntos...

viernes, marzo 03, 2006

La Lista de Mingorandler

Woody Allen, Stanley Kubrick, Billy Wilder, David Cronenberg, Darren Aronofsky, Ethan Coen, Joel Coen, Michael Curtiz, Stanley Donen, director, Spike Jonze, Joseph L. Mankiewicz, Michael Mann, Alan J. Pakula, Arthur Penn, Sydney Pollack, Otto Preminger, Sam Raimi, Todd Solondz, Steven Spielberg, William Wyler, Fred Zinnemann, Lauren Bacall, Adrien Brody, Jennifer Connelly, Tony Curtis, Kirk Douglas, Richard Dreyfuss, Jeff Goldblum, Dustin Hoffman, Scarlett Johansson, Harvey Keitel, Amanda Peet, Natalie Portman, Winona Ryder, Adam Sandler, Mel Brooks, Jerry Lewis, Los Hermano Marx, Edward G. Robinson, Danny Elfman, Jerry Goldsmith, Bernard Herrmann, Howard Shore, Elmer Bernstein, Lou Reed y Bob Dylan.